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Foto del escritorOperacion Bendición

Elena y el acceso al agua segura

Elena creció en una comunidad pequeña y aislada, en la que a menudo acompañaba a su madre a una fuente de agua a 40 minutos para lavar la ropa. De niña llevaba al menos 5 litros de agua y su padre, llevaba 20 litros a la espalda y a veces pedía prestado un caballo para la tarea.


Años después, como madre, Elena se había acostumbrado a las dificultades de acarrear agua. Ella recuerda: "No creíamos que nuestra situación pudiera cambiar. Nadie nos veía y pensamos que esta era la vida a la que estábamos destinados".


El agua que sacaban del pozo a veces era de color verdoso, "lo hervíamos y bebíamos así. Tenía miedo de dárselo a mi hijo, Alan, pero no teníamos otra opción." Alan sufrió de diarrea y vómitos en varias ocasiones, y Elena sospecha que fue por el agua.


Ahora, embarazada de su segundo hijo, el marido de Elena, Hugo, le llevaba agua filtrada en garrafones cada dos días desde la ciudad más cercana, a una hora de distancia. "Estando embarazada, no puedo tomar ningún medicamento ni beber té, así que no puedo arriesgar mi salud bebiendo agua sucia." Este esfuerzo adicional fue un gasto extra para su familia, que ya tenía recursos limitados.


Para empeorar las cosas, hubo momentos en que el pozo de la comunidad se secó, lo que hizo que incluso las tareas domésticas más básicas fueran un desafío. Durante esta crisis del agua, Elena y su familia consideraron abandonar su comunidad en busca de una mejor accesibilidad al agua.


Afortunadamente, Operación Bendición escuchó sobre la comunidad Emiliano Zapata y implementó un proyecto de captación de agua de lluvia, instalando sistemas en cada vivienda para la captación, almacenamiento y filtración de 5.000 litros de agua. “Desde que tenemos el sistema, no hemos tenido enfermedades estomacales. Mi marido no ha tenido que salir a comprar agua porque bebemos con confianza el agua de nuestro filtro", comparte Elena.


Con este nuevo sistema implementado, Elena y su familia han encontrado estabilidad y no tienen intención de mudarse. Ella concluye, "Mi segundo hijo crecerá más sano y con mejores oportunidades ahora que tenemos agua segura en casa."

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